Cuando pensamos en Vietnam, a muchos se nos viene a la cabeza la imagen de motos en ciudades caóticas, playas infinitas o la famosísima Bahía de Halong. Pero Vietnam es mucho más que eso. Es un país con rincones que aún guardan la esencia intacta, lejos de las rutas más transitadas. Viajar fuera de lo común aquí no es difícil: basta con atreverse a mirar más allá de las postales turísticas.
1. Ninh Binh: la “Bahía de Halong en tierra”
Entre arrozales verdes y montañas kársticas que se elevan como gigantes de piedra, Ninh Binh sorprende a todo aquel que llega. Explorar en bicicleta o remar en los botes tradicionales a través de cuevas y canales es una experiencia que conecta directamente con la vida local. Aquí no hay cruceros ni grandes multitudes, solo el ritmo tranquilo del campo vietnamita.
2. Mai Chau: valles escondidos entre arrozales
A unas horas de Hanói, Mai Chau ofrece un paisaje sereno, con terrazas de arroz que cambian de color según la estación. Dormir en una homestay de una familia tailandesa blanca es la manera más auténtica de descubrir este lugar: cenas caseras, historias compartidas y la sensación de vivir como uno más en el valle.
3. Pu Luong: la hermana tranquila de Sapa
Mientras Sapa recibe cada vez más visitantes, Pu Luong sigue siendo un secreto bien guardado. Montañas cubiertas de arrozales en terraza, cascadas escondidas y pueblos tradicionales hacen de este rincón un paraíso para los que buscan senderismo y tranquilidad.
4. Ha Giang Loop: la ruta más salvaje
Para muchos, el verdadero tesoro de Vietnam está en el norte, en la ruta de Ha Giang. Un viaje en moto por carreteras que serpentean entre montañas, desfiladeros y aldeas de minorías étnicas. Cada curva revela un paisaje más impresionante que el anterior, y cada encuentro con la gente local deja una huella imborrable.
5. Dong Van y sus mercados étnicos
En pleno corazón de Ha Giang, los mercados de Dong Van muestran la riqueza cultural de Vietnam. Allí, diferentes grupos étnicos se reúnen para vender productos, intercambiar noticias y mantener vivas sus tradiciones. No es un espectáculo para turistas, es vida auténtica.
6. Ban Gioc: la cascada fronteriza
Considerada una de las cascadas más bellas del sudeste asiático, Ban Gioc se encuentra en la frontera con China. Su caída de agua majestuosa, rodeada de arrozales y montañas kársticas, es un espectáculo natural que aún conserva la calma que muchos viajeros buscan.
7. Cao Bang: naturaleza en estado puro
La provincia de Cao Bang es un paraíso de montañas, cuevas y lagos esmeralda. Es menos visitada que otras zonas del norte, lo que la convierte en un destino perfecto para aventureros que quieran desconectar y sentir la inmensidad de la naturaleza.
8. Bac Son: un mar de arrozales
El valle de Bac Son, con sus terrazas infinitas y picos cónicos, parece un cuadro pintado a mano. Subir a alguno de sus miradores al amanecer regala una de las vistas más impresionantes de Vietnam: un tapiz verde y dorado que se pierde en el horizonte.
9. Phong Nha-Ke Bang: el reino de las cuevas
Más allá de la famosa Son Doong (la cueva más grande del mundo), este parque nacional ofrece decenas de cuevas, ríos subterráneos y paisajes de jungla. Hacer trekking o kayak aquí es sentirse explorador en un mundo todavía por descubrir.
Viajar fuera de lo común en Vietnam
Recorrer estos lugares es descubrir un Vietnam auténtico, donde el tiempo parece avanzar más despacio y la hospitalidad local se siente en cada gesto. Son rincones que muestran que la aventura no está en seguir el camino marcado, sino en atreverse a desviarse de él.
Porque al final, lo que convierte un viaje en inolvidable no son las postales que todos conocemos, sino esos momentos inesperados en lugares donde pocos han llegado. Y Vietnam, con su diversidad de paisajes y culturas, es el escenario perfecto para quienes buscan esa chispa de aventura.