La lista definitiva de equipaje para hacer vivac

La primera vez que nos lanzamos a hacer vivac lo hicimos con más ilusión que experiencia. La idea de dormir bajo las estrellas sonaba idílica, y aunque llevábamos lo básico, nos olvidamos de algo fundamental: mirar la previsión del tiempo. Esa noche, en mitad de la montaña, nos sorprendió una tormenta increíble. El cielo se volvió negro en cuestión de minutos, los truenos retumbaron como parte del paisaje y nos libramos de mojarnos de milagro mientras la tormenta descargaba con fuerza a nuestro alrededor.

Fue una experiencia que nunca olvidaremos, y no solo por la incomodidad, sino porque entendimos que la naturaleza tiene sus propias reglas. Un vivac puede ser mágico, pero también exigente. Desde entonces, consultar el tiempo antes de salir se convirtió en el primer paso de nuestra lista.

Con el tiempo aprendimos a afinar cada detalle. Descubrimos qué saco de dormir funciona de verdad en noches frías, qué significa llevar un tarp ligero para protegerse del viento, o lo útil que resulta una linterna frontal cuando la oscuridad es total. Poco a poco, fuimos construyendo nuestra lista definitiva de equipaje para vivac, que no solo incluye lo material, sino también esa lección invisible: prepararse y respetar la fuerza de la naturaleza.

Porque al final, lo que hace especial al vivac no es solo el equipo que llevas, sino lo que aprendes de cada experiencia. Esa tormenta, que en su momento parecía un desastre, nos enseñó a viajar mejor preparados y a valorar la calma de despertar, al día siguiente, con el aire fresco y el sol asomando entre las montañas.